Regla general ; Cuando más ganas tienes de hacer una cosa es cuando no te dejan hacerla.
Muchas veces te da igual que este mojado, que sea rosa, que huela mal, que haya nevado, que haya una pared, que seas la última, que te caigas por el camino, que no quede de tu talla, que lo tenga una de clase, que ronque, que ya lo hayas visto mil veces, que este sucio, que no pegue, que no este recto, que haga frío, que haya poco espacio, que te puedan ver, que se te caiga, que sea caro, que este chupado, que haya luz...
Empiezan a ser síntomas del pasotismo que nadie percibe.
Una mala película puede llegar a ser buena si estás bien acompañada.
Bien, pues la de hoy ha sido horrible.
Una niña era vampiro y estaba raramente enamorada de un niño extraño, niño que en toda escena llevaba colgando dos mocos brillantes desde la nariz hasta la boca y que a veces llegaba hasta a absorberlos. Aparecían una serie de irrelevantes personajes a los que la niña atacaba para alimentarse, y uno de ellos tenía en su casa mas gatos que cuadros. Y claro, los cadaveres de por el camino nadie los echaba de menos hasta que se los encontraban congelados en ríos o colgados de los árboles.
Es curioso, pero tal y como la planteo hasta da ganas de verla. Sinceramente no merece la pena.
Evitare el título.
Necesito unos minutos de descanso.
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