Todavía semanas después sigo sin notar las yemas de los dedos. Como tampoco entiendo que mi casa se pueda abrir con un tenedor, sin ser pollo al curry.
Todavía sigo empeñada en hacer lo imposible por volver a mi hábitat. Al territorio ese en el que desnuda te sientes bien, desnuda puedes pasarte las horas. Jamás saldría a la calle en tales condiciones, lo admito.
Serán asuntos antropológicos.
Lo cierto es que hoy me he quedado con las ganas de pasearme por los cascos polares, tanto para ver los iglús de los esquimales como para ver la cantidad de grasa corporal que se puede poner un tío en la Patagonia para mantener sus constantes vitales y no entrar en un estado hipotérmico.
Estornuda.
Será alergia.
La luz por la
( ¿ Qué mesilla ? )
( ¿ Qué ventana ? )
Terminas entendiendo que el tamaño gigantesco de la mesita de noche es innecesario. Resulta incómodo dormir con un tamaño así, en el que la mitad es imperceptible y llegar a ella algo impensable.
Ahora ráscate la nariz, nunca está demás.
Ahora cierra los ojos y cuenta 100 ovejitas. Ábrelos.
Llegarás tarde y no será ninguna casualidad.
http://www.minijuegos.com/juegos/jugar.php?id=6329
- Para quién nunca tuvo infancia;
http://www.pingu.net/uk/whale.htm
http://www.cuentosjunior.com/cuentos-pingu/
http://inciclopedia.wikia.com/wiki/Pingu
Praha. o9
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