16.2.13

Historias de pre-medianoche (que es cuando la susodicha se deja oler en el apartamento)
Hueles tanto a pizza que si no fuera porque te duchas cada noche, el vagabundo que duerme debajo de la ventana del baño podría llegar a tocar el timbre en su desesperación por llevarse algo a la boca.
Entre una pared de ventilaciones antiguas que absorbe aproximadamente 483L de aire frío por hora se filtran también los ronquidos de dicho hombre, su tos y hasta su respiración. Creo que se aloja en la suite de la Rue Gerhardt, justo al lado de un terreno enteramente verde y sobre una losa de hormigón limpia debido al cartel de la entrada que prohibe que los perros defequen en la parcela común (nota: a diferencia que en el resto de la ciudad - dícese de toda parte de suelo que se extiende después de cruzar la valla verde).
Pero estoy segura de que este último dato ya lo conocía. Muy listo.

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