Agua.
Más y más agua.
Y más agua todavía.
Te recorre por fuera, por dentro y entre la ropa.
Y sigue viniendo más agua.
Me rio, sin malicia.
Pero nunca jamás (aunque no haya que decirlo) hay un tipo exacto, único. No, la palabra era exacto.
Concreto.
Completo.
(Muchas, muchísimas... notas mentales)
La redundancia suena bien, suena bien cuando quieres oirla.
que hiciste en madrid?
ResponderEliminarlas camas