Vuelvo a tener el cerebro colpsado.
El ordenador va carcomiendo mis retinas lentamente y aunque no me duela, mis lentillas no dicen lo mismo.
La espalda me está torturando ahora mismo. Parece que tenga ella sola 127 años más que yo y por mucho que me acerque a la mesa, hasta dejar el mínimo espacio de respiración estomacal, la curva no se rectifica. Pero tampoco tengo la sensación de que unos cuantos elefantes caminen sobre ella, ya que al mantenerme sentada, caerian al suelo por falta de agarre.
Y no soy una quejica.
Ahora mismo me gustaría tener una cama de 5 metros de acho y 3 de largo, que ni siquiera cupiera en mi habitación, tirarme en ella e hibernar hasta por lo menos el año que viene. Yo creo que así le haría un apaño a mi espalda.
O una buena sopa de sobre....
( Hoy esto es lo más parecido a mi espalda )
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