Tenía complejo por no saber dormir. De pequeño le estirparon una oreja y decía haber adoptado poderes sobrehumanos con la que le quedaba. Era capaz de oir sus propios ronquidos y jamás pudo descansar. Su cama estaba repleta de agujeros por los que intentaba colarse en sueños. Un día desapareció por uno de ellos y nadie supo nada más de él.
(no fue precisamente la oreja restante la que utilizó para escaparse)
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